El primero de agosto de cada año, pero también durante todo el mes de agosto, los pueblos andinos de América celebran ceremonias de celebración, agradecimiento y ofrendas a la pachamama, coincidiendo con el comienzo del ciclo agrícola, es decir, con el momento en que comienza la siembra. Si bien “Pachamama” es traducido del aymara y el quechua como “madre tierra”, esta traducción es sólo una simplificación que no expresa la profundidad del término y de la cosmovisión andina. “Pacha” significa para ellos mucho más que simplemente “tierra”: es mundo, es universo, pero también es tiempo. Dice Delfor Wankaymura: “todo lo que podemos percibir, las plantas, los animales, las piedras, los minerales, las personas, la luz, el sonido, el calor … todo lo que percibimos es parte del cosmos, del espacio-tiempo, del mundo. En la civilización occidental se tiene una percepción limitada de la realidad, considerando que el mundo es tierra… a pesar de que es un 80 por ciento agua. Si consideramos que el mundo no es solamente tierra, es agua, es aire, es fuego, es una integridad, para nosotros el mundo se llama pachamama”.